Gobernanza local para Bioinnovación
La bioinnovación se refiere a hacer cosas diferentes (innovadoras) en relación al vínculo con la naturaleza, respetando las formas naturales de diseño. La idea es elevar el potencial regenerativo de cada localidad de acuerdo a su contexto de riqueza natural.
Actualmente, la gobernanza y el mercado están orientados a la extracción de valor de nuestros ecosistemas, por lo que es necesario cambiar las actitudes de los implicados en la gobernanza para que aspiren a un desarrollo regenerativo que añada valor en su lugar.
Nuestro proyecto de Gobernanza Local para la Bioinnovación trabaja de cerca con municipalidades para capacitar y asesorar a sus equipos en el
tema de Bioinnovación.
En Octubre 2020, Costa Rica Regenerativa firmó un convenio con la Federación de Municipalidades de Guanacaste (FEMUGUA) para realizar talleres periódicos sobre desarrollo regenerativo.
Esta colaboración busca:
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Generar competencias y actitudes en las alcaldías para gobernar su lugar con una visión regenerativa.
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Asesorar para la optimización de la gobernanza local.
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Identificar y mapear necesidades de cada localidad para alinearlas a su riqueza natural.
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Gestar alianzas locales innovadoras para facilitar la regeneración.
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Diseñar y ejecutar proyectos piloto.
Lo que hemos logrado hasta ahora
¿Qué pasaría si midiéramos el desarrollo de una forma distinta?
El crecimiento económico o el PIB ignoran los costos sociales y ambientales, del "progreso". ¿Qué pasaría si nos guiáramos más bien por la capacidad de crear bienestar social respetando los límites naturales del planeta? Justamente esto propone la Economía de la Dona.
El modelo de la dona desarrollado por la economista Kate Raworth busca abordar el reto actual de la humanidad de garantizar que a nadie le falte lo esencial para vivir, al tiempo que nos aseguramos de no sobrepasar los límites planetarios que garantizan un espacio seguro para la vida en la Tierra.
El techo ambiental consiste en los nueve límites planetarios establecidos por Rockstrom et al., más allá de los cuales la degradación ambiental alcanza posibles puntos de no-retorno. Las doce dimensiones de la base social se derivan de los estándares sociales mínimos acordados internacionalmente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el 2015. Entre los límites sociales y planetarios se encuentra un espacio ambientalmente seguro y socialmente justo en el que la humanidad puede prosperar.
Si nos guiamos por el modelo de la Economía de la Dona, Costa Rica se acerca mucho más a la dona ideal que muchísimo países llamados “desarrollados”. Sin embargo, tenemos aún muchas deudas ambientales, especialmente en referencia a la salud del suelo, los ciclos minerales y emisiones de carbono per cápita. Y por supuesto, debemos hacerle frente a la inequidad y el desempleo crecientes.
Para cambiar el paradigma de desarrollo necesitamos incorporar una visión regenerativa y actuar en concordancia con nuestros contextos biológicos, geográficos y culturales.
"Costa Rica es un país que destaco en mis presentaciones internacionales. (...) Es un país que está bastante cerca de satisfacer las necesidades de todas las personas, casi dentro de las posibilidades del planeta. Y ni siquiera lo han estado intentando como un objetivo intencional. Así que esto nos da la esperanza de que podría ser posible".
— Kate Raworth.
“Adopta el ritmo de la naturaleza; su secreto es la paciencia.”
—Ralph Waldo Emerson